jueves, 29 de septiembre de 2011

DARNOS CUENTA









Si nos preguntaran sobre el principal propósito de este espacio, tendríamos que decir, que es sensibilizar al amable lector hacia la necesaria actitud de atención y respeto que merecen los animales quienes han perdido toda consideración por parte del hombre al haberse convertido en el objeto de su  demanda para satisfacer la interminable lista de necesidades que componen su forma ó modo de vida: alimentación, diversión, experimentación,  compañía, etc.
Todo esto sucede ante nuestros ojos de la manera más natural, sin que exista la percepción de lo que ello significa. No nos damos cuenta…



Es así que vemos en nuestro día a día a nuestro paso animales abandonados en nuestro medio urbano de la manera más natural, insensible se diría, sin percibir el sufrimiento que significa que hayan sido dejados después de haber integrado un hogar y ahora no tener el cariño, alimento, abrigo ó atención que antes disfrutaban, ó quizás no haber conocido nunca  el calor de un amigo humano al haber nacido y vivido siempre en ese medio de olvido e indiferencia, sin la debida atención por parte de los organismos que se dicen preocupados por el bienestar animal pero que encuentran en el exterminio inadmisible exterminio que practican, la solución al problema de la población no controlada, mientras que particulares y agrupaciones sensibilizadas con el bienestar animal son las que se organizan para procurar el control de esta situación a través de la castración.
















Adquirimos tranquilamente cachorros a personas dedicadas “a la cría” de estos, sin saber que tras éstos hay una madre explotada una y otra vez, permanentemente preñada para garantizar la práctica lucrativa que esto representa y sin saber además que existen miles de animales en la calle que requieren el hogar que le pudieras brindar, no solo integrando a tu vida a un ser que te estará infinitamente agradecido, pero interactuando ambos en esa relación maravillosa que solo los que la vivimos conocemos y consideramos única.




En esta adquisición hacemos una muy clara discriminación entre aquellos animales con pedigree, ó por lo menos “de raza” de aquellos que son producto de la mezcla interminable  que precisamente hace el abandono a la suerte, sin tomar en cuenta que bajo esa piel se encuentra un ser que está necesitado de ese calor que solo un amigo es capaz de proveer y que te estará brindando a cambio su absoluta entrega, a toda prueba, sin condiciones.

Tampoco nos damos cuenta, de la fauna silvestre depredada de su medio para la venta, para la “diversión” integrando zoológicos, circos, acuarios, y por tanto esa cadena de sufrimiento hasta que acaban sus vidas marcadas por el maltrato. Todos ellos dejando atrás una lamentable estela de muertes en el intento, cuando son atrapados, capturados, transportados.








Y qué decir del medio ambiente devastado, destruido, para dar paso a eso que llaman “progreso”, dejando detrás especies extintas ó en peligro de hacerlo al haber destruido su hábitat, rompiendo además la cadena de vida en la que esos animales se encuentran.

La alimentación basada en el consumo de carnes, tiene tras de sí una inmensa carga de maltrato al estar basada en la producción sin consideración de ningún tipo en cuanto al mantenimiento, transporte y beneficio de los animales en cuestión, los que se realizan en condiciones inaceptables.




Tampoco advertimos que varios de los espectáculos en los que pudiéramos participar, considerados propios de nuestra cultura, no son más que muestras de violencia donde los animales de cuestión tienen todas la de perder (peleas de perros, de gallos, coleos de toros), con el añadido en el caso la “fiesta brava” de la necesidad de demostrar cobardemente la “superioridad del hombre”, cuando no















No nos damos cuenta de la experimentación con el empleo de animales, innecesaria, cruel, falta de ética, que no solo se lleva a cabo en universidades e institutos dedicados a la investigación, pero que hasta forma parte de los requisitos exigidos a los productos de limpieza, cuidado corporal, cosméticos, y más allá, pesticidas y otros tóxicos, así como su empleo en pruebas para armas de guerra, aeronáutica y hasta pruebas espaciales.








Y qué decir de la santería, en auge estos últimos años en nuestro país







Ojalá estas entradas sirvieran para el darse cuenta, y asumir la postura que estamos obligados a tener para con “nuestros hermanos menores”, los animales no humanos.