sábado, 8 de octubre de 2011

PERROS ENVENENADOS. LA MATANZA EN MARGARITA Y MÁS ALLÁ





Mueren hace unos días en Margarita 17 perros que hacían vida en la calle. Mueren envenenados, no de manera fortuita sino premeditada.

Hay orden de “profilaxia” sanitaria expedida por  personeros a cargo de la oficina de salud local, algunos “veterinarios”. Hay evidencia incluso de la forma como se estaría llevando a cabo el operativo en cuestión,  las zonas y los horarios para la ejecución del crimen al que hacemos referencia.














Esta barbaridad, no es un hecho aislado y  se repite todos los días en todos los estados de nuestro país, en muchos de nuestros países atrasados. Es la forma canallesca que encuentran “autoridades” de salud, y hasta alguna fundación que se dice de "protección de fauna" para hacer control de la población de animales sin hogar, aún si están siendo protegidos.


Valiéndose de los infaltables argumentos de “los problemas de salud” atribuibles a este tipo de población,  pero sin apelar en momento alguno a otras fórmulas que pudieran garantizar un verdadero control de “esos números” y peor aún sin tomar en cuenta el hecho ético, moral, de que no es posible administrar muerte de esa manera, se recurre una y otra vez a estas matanzas en masa, sin importar si se están empleando métodos no humanitarios en esa búsqueda.







¿Es esto civilizado?,

¿Resuelve esto el problema?

No, y no, respectivamente.


El exterminio como fórmula de control de la superpoblación de caninos en situación de calle es inadmisible en países que se dicen civilizados y humanitarios.

La ignorancia, la falta de sensibilidad y de recursos no pueden seguir siendo la disculpa para estas acciones. Que el Director de Salud local exprese que no cuentan con los medios económicos necesarios para disponer de estos animales mediante del empleo de los anestésicos que procuren una muerte sin sufrimiento no significa que puede justificar  el envenenamiento practicado. Expresar que trataban de controlar focos de leishmaniasis tampoco, ni por la forma ni por que no alcanzamos a ver algún perro con signos de leishmaniasis. Vimos sí, alguno con garrapatas,  pero, ¿se trataba entonces de un operativo para acabar con perros con garrapatas?

No solo se causó gran dolor y sufrimiento a las víctimas de esta atrocidad pero además tampoco se resolvió de manera alguna la causa del problema más allá de la modificación momentánea de unos números que molestan.


Éste hecho puntual no alcanzó un número mucho mayor de victimas gracias a las protestas realizadas.

  
Señores autoridades municipales y de salud, del estado Nueva Esparta, de todos nuestros estados, y de cualquier otro país, la fórmula mágica y permanente para solucionar este problema, sin crueldad, como corresponde está basada en la EDUCACIÓN HUMANITARIA,       fomentando entre otras cosas la necesaria responsabilidad entre quienes tienen mascotas lo que disminuirá la incidencia de abandono animal. Adicionalmente, la ESTERILIZACIÓN MASIVA, garantizaría entonces que cesaría la continuidad de producción de crías determinantes en la superpoblación, y por último, la VACUNACIÓN con la carga preventiva de enfermedades transmisibles prevenibles por esta vía.


Ésta es la razón de ser de todas las agrupaciones que hacemos protección animal, que procuramos bienestar animal, así como de infinidad de particulares abocados también a esta titánica tarea.
Ésta es la clave para alcanzar la necesaria armonía sin poner en marcha prácticas crueles y violentas que dejan mucho que decir no solo de quienes las ejecutan, pero también de quienes las aceptan, al considerar que los animales en estado de abandono afean el ambiente, ó molestan y deben desaparecer, no importa la forma.


Insistimos en que desafortunadamente ésta práctica es muy frecuente en nuestro país,  y nos atreveríamos a decir que es hasta posible que en este caso la detención del operativo local tenga un matiz político más que de conciencia, lamentablemente.

Estamos claros que la solución propuesta requerirá tiempo y voluntad, pero tendremos la garantía del alcance del objetivo deseado con sentido común, sin agresiones y respetando los derechos que a todos corresponden. 


MIENTRAS NO INICIEMOS ESTE GRAN PROPÓSITO LA META SEGUIRÁ ESTANDO LEJOS.