Esto es antropocentrismo: el hombre es el centro de todo. Sin embargo olvidamos que también somos animales, renegamos sin humildad todas las cosas más obvias y cotidianas que nos recuerdan este hecho.
Todos los animales tenemos características en común, pero las costumbres y la tecnología que ha desarrollado el humano le hace olvidarlo permanentemente.
Sería bueno recordar lo que somos para cuestionar nuestro actuar cotidiano y cambiar las cosas negativas que provocan injusticia y sufrimiento a la misma especie, a las otras y al planeta.
Todo lo que hagamos, como lo que elegimos para comer, vestirnos o entretenernos, tiene repercusiones para otros seres con los que compartimos mucho.
Nuestras decisiones tienen un gran impacto, pueden provocar sufrimiento y muerte, como también pueden ser compasivas y respetuosas.
Es cierto que hay necesidades vitales, pero tenemos que aprender a identificarlas sin egoísmo ni consumismo de por medio, siempre con la empatía y respeto hacia nuestros iguales primero independiente de su especie, ya que no somos superiores ni inferiores, tenemos nuestras características únicas pero tal como las tiene todo animal.
Tomado de ECOSOFIA.org
Foto: Jvas90