viernes, 4 de noviembre de 2011

NOSOTROS TAMBIÉN SOMOS ANIMALES



Es común escuchar a la gente refiriéndose a otro como “animal” cuando se quiere insultar o hacer referencia a un trato indigno, como si ser animal fuera algo inferior. Así es como se manifiesta una sensación de separación y superioridad del ser humano con respecto a todos los animales, que lleva a actuar como si todos los seres y la Tierra completa estuvieran disponibles a nuestra libre disposición.

Esto es antropocentrismo: el hombre es el centro de todo. Sin embargo olvidamos que también somos animales, renegamos sin humildad todas las cosas más obvias y cotidianas que nos recuerdan este hecho.

Todos los animales tenemos características en común, pero las costumbres y la tecnología que ha desarrollado el humano le hace olvidarlo permanentemente.

Sería bueno recordar lo que somos para cuestionar nuestro actuar cotidiano y cambiar las cosas negativas que provocan injusticia y sufrimiento a la misma especie, a las otras y al planeta.

Todo lo que hagamos, como lo que elegimos para comer, vestirnos o entretenernos, tiene repercusiones para otros seres con los que compartimos mucho.

Nuestras decisiones tienen un gran impacto, pueden provocar sufrimiento y muerte, como también pueden ser compasivas y respetuosas.

Es cierto que hay necesidades vitales, pero tenemos que aprender a identificarlas sin egoísmo ni consumismo de por medio, siempre con la empatía y respeto hacia nuestros iguales primero independiente de su especie, ya que no somos superiores ni inferiores, tenemos nuestras características únicas pero tal como las tiene todo animal.

Tomado de ECOSOFIA.org

Foto: Jvas90